Córdoba vive sus días previos al gran momento por el que lleva trabajando la última década: conseguir la declaración de Capital Europea de la Cultura de 2016. El proceso final de designación se desarrolla entre el 27 y el 28 de junio, concretamente la delegación de Córdoba expone su presentación en el Museo del Traje de Madrid el lunes 27 a las 10.45 horas, a puerta cerrada, sin presencia de los medios de comunicación. El martes 28, a las 17.00 horas, comparece en el auditorio del Ministerio de Cultura la ministra Ángeles González Sinde junto al presidente del jurado, Manfred Gaulhofer, para anunciar la ciudad designada.
Según explican desde la candidatura cordobesa, "el concepto Capital Europea de la Cultura es un título otorgado por la Comisión y Parlamento Europeo a dos ciudades europeas, una de la Europa de los 13 y otra de la Europa de los 27, que durante un año tienen la posibilidad de mostrar su desarrollo y vida cultural al resto de Europa y el mundo". En términos turísticos, no podemos decir que la declaración tenga una resonancia descomunal atendiendo a que las capitales de 2010 (Pecs, en Hungría, y Essen, en Alemania, además de Estambul como ciudad invitada) hayan irrumpido en nuestras vidas y en nuestros planes de vacaciones (el que los tenga).
Aun así, el Informe Palmer, cuya descarga le tomamos prestada a una de las candidatas que no ha pasado a la fase final, calcula que las ciudades designadas reciben 12 euros por cada euro invertido. No obstante, más allá del impacto económico inmediato, la importancia reside en qué dimensión consigue darle la propia ciudad a un reclamo turístico de estas proporciones.
¿De qué le sirve a Sevilla ser Ciudad Unesco de la Música? ¿De qué al flamenco ser Patrimonio de la Humanidad? ¿Y a Córdoba le rentará convertirse en la Capital Europea de la Cultura en 2016? Una misma respuesta sirve para todos los interrogantes: no sirve de nada si no se amortiza convenientemente. Una buena promoción, paquetes turísticos específicos, aprovechar la (mucha o poca) repercusión mediática para presentar el destino en su totalidad... Con las certificaciones internacionales ganamos una buena oportunidad de vendernos al exterior, aprovechémosla.
Créditos: merecía la pena que la foto de EFE, que se puede consultar en el Flickr de Córdoba 2016, rompiera la maqueta habitual del blog, ¿o no?
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