Cierre temporal del Alfonso XIII (I)

El director del Hotel Alfonso XIII, Carlo Suffredini, ha presentado esta mañana ante los medios de comunicación las obras de remodelación a las que se va a someter el edificio entre junio de 2011 y marzo de 2012, y que implican el cese de actividad del hotel durante este periodo. Después de diez meses y veinte millones de euros, el Alfonso XIII se pondrá al día en cuanto a accesibilidad, aislamiento y condiciones sanitarias sin renunciar a su personalidad.

Suffredini ha subrayado que la remodelación responde al compromiso adquirido como adjudicatario y, para llevarlo a cabo, ha confiado en el estudio de arquitectos Demópolis, la consultora internacional EC Harris y el interiorismo de HBA, que va a reforzar el carácter andaluz de las estancias, actualmente divididas en ambientes mudéjar, castellano y barroco.

Los materiales de construcción son el punto flaco del estilo regionalista, del que el Alfonso XIII es digno exponente. El ladrillo, el azulejo y la cerámica son muy adecuados en el plano ornamental, pero se ha constatado que estos edificios no fueron hechos para perdurar. Por ello le pregunté a Jaime Montaner, arquitecto de la remodelación, y, al parecer, la estructura del hotel no peligra y su intervención se limita a acondicionar, por ejemplo, los sótanos a los usos de cocina, a hacer accesible el edificio y a aislar acústicamente las habitaciones, entre otros trabajos.

"El proyecto comenzó con cinco millones de euros y ya vamos por veinte", subrayó Montaner, que tiene perfectamente localizados los escasos espacios donde alguna filtración de agua ha podido causar algún desperfecto, pero en líneas generales tanto la "envolvente" (así la llamó) como los espacios comunes presentan un buen estado. Un buen estado al menos para ser un gran hotel en el primer tercio del siglo XX, pero para el confort del siglo XXI no llega.

Para más detalles, Europa Press ya ha publicado una nota al respecto y algunos medios se han hecho eco.