Fibes nos da que leer

Fibes está siendo la comidilla de los mentideros turísticos, que es la manera que teníamos aquí de decir que se ha convertido en trending topic antes de que existiera Twitter. Lo penúltimo ha sido la paralización de las obras por parte de la UTE concesionaria debido al impago municipal, y el contraataque de la Delegación de Urbanismo al desvelar que se han producido desprendimientos en el techo del nuevo auditorio y que va a supervisar el sobrecoste. Contribuyendo al alboroto, Aset ha aprovechado para volver a cargar contra el anterior gobierno municipal.

El palacio de congresos de Sevilla había conseguido salir en los papeles por motivos saludables: la próxima Andalucía Sabor, el regreso de Les Luthiers o, incluso, por alguna de esas extravagancias que tanto nos gustan aquí (hay que recordar nuestra Antología del escenario atípico). Ahora nos encontramos con que peligra la celebración de dos grandes congresos científicos, y eso son palabras mayores.

Fibes vive días convulsos y sería de ilusos realizar un diagnóstico ajeno a la confrontación política. Las divisiones internas, las feroces críticas a su gestión y a sus representantes son cosas del cambio de ciclo político, como bien se sugiere en esta entrevista (educadamente hostil) de ABC de Sevilla. El caso es que las obras faraónicas, las demoras y los sobrecostes son mucho menos llevaderos en época de crisis. Continuará.