Contracrónica de Fitur 2011 (I)

Fitur cansa. Levántate a las 5.00 horas, no pierdas el AVE de las 6.15 y aprovecha los minutos, no los desperdicies viendo Invictus, para llevar trabajo adelantado. En Madrid, métete en un atasco para llegar a Ifema y emplea el mismo tiempo o más en pasar el control de seguridad del primer día. Acredítate como periodista e intenta instalarte. Mala suerte si te quedas en el limbo de no llevar contigo la documentación y que por no llevarla no te dejen entrar a por ella.

Hay wifi para expositores y para visitantes, pero la conexión es ridícula. Hay que pagar el servicio. No hay problema, tengo acceso a una conexión móvil Vodafone. Pero se cae con frecuencia. Única vía para conectarte al mundo, el Club de Prensa, que está en el otro extremo de Ifema, cuatro pabellones más allá, con sus respectivas congregaciones de vendedores (los más) y compradores (los menos) de destinos. O al final del patio central, con su legión de fumadores segregados. Recorre este camino tres o cuatro veces, persigue a los medios para que se acuerden de ti, saluda a los conocidos, curiosea por otros stands, llama por teléfono, vuelve a llamar, envía unos emails, vuelve a llamar, cuélate en el Club de Prensa VIP (que está más cerca), y así hasta que te apaguen las luces, a las 19.00 horas, como gesto inequívoco de que allí sólo quedas tú. Exhausto, vete con la sensación de no haber hecho nada productivo a pesar del esfuerzo.

Fitur relaciona. Diego Juárez (Sevilla Congress & Convention Bureau) me dice que en la feria se promociona y se hace negocio. Recelaba antes de llegar, pero me lo creo. Ver a todo el sector en un mismo recinto (o en nueve pabellones) se presenta como un colosal brain storming. Sí, hay saludos de compromiso. Sí, a veces hay que figurar. Pero eso es la mínima parte de lo que exige esta cita. Muchas relaciones públicas, muchos contactos facilitados, muchas ideas por recolectar, mucha gente. Mucha gente. Dicen que menos que otros años, pero sigue siendo mucha y hay que seleccionar bien las acciones para que tu trabajo no sea escupir en el mar (otros prefieren lágrimas en la lluvia, pero yo a estas horas no estoy para sutilezas).

Fitur promete. El stand de Andalucía es espectacular. Da sensación de poderío. Estéticamente muy atractivo y con superficie para recibir a diestro y siniestro. Me encuentro cara a cara con una fotografía impresionante del río, pero la afean unas bolsas de basura colocadas con muy poco tino. Lástima. Eso sí, la caja de luz con la fotografía de la Plaza de España, con sus barquitas y todo, motiva a cualquiera. Y nada de bar, que luego arrecian las críticas.

Por otra parte, hay citas que parecen pensadas para que hagas tu trabajo. Por ejemplo, mañana es el día de Madrid en Fitur y eso significa decenas de plumillas concentrados en unos metros cuadrados. Todas las llamadas y correos electrónicos de hoy se simplifican mañana estrechando manos y haciendo presentaciones. Será otro día. Ahora, una ducha y bajo a cenar. Suficiente por hoy.