El Camp Nou, tantas visitas como la Catedral

Según publicó ayer el periódico El Mundo en su edición digital, 1,3 millones de personas visitaron el Camp Nou en 2010, por encima de las visitas recibidas por museos afamados como el Thyssen o el Guggenheim. Y, dicho sea de paso, las mismas que la Catedral de Sevilla, el monumento más visitado de la capital de Andalucía. Quien todavía no vea el deporte como un sensacional escaparate de promoción y como un reclamo turístico más es que no quiere reconocer la realidad.

De acuerdo, el turismo de Barcelona cuadruplica el número de viajeros que recibe Sevilla. No hay comparación posible. Como tampoco debería haberla entre la catedral gótica más extensa del mundo, uno de los mayores templos cristianos en cuanto a tamaño, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1987, y un estadio de fútbol. Por mucho que en él juegue el mejor equipo del mundo, la base de la selección campeona de las últimas ediciones de la Eurocopa y del Mundial de fútbol, y el futbolista que probablemente acabará convirtiéndose en el mejor de la historia.

Se conoce la capacidad de convocatoria del fútbol, su popularidad en todos los rincones del planeta y, desde ya, también su atractivo como argumento turístico ante los ojos de los turistas. ¿A qué esperamos para montar algún tipo de ruta o publicación que recorra los templos y leyendas de este deporte en Sevilla? El escenario del 12-1 a Malta, la sede del Mundial de 1982, de finales de la Liga de Campeones (1986), Copa de la Uefa (2003) y Copa del Rey, ciudad de dos clubes históricos e inagotable cantera de deportistas. Ahí lanzo el guante, si no lo recoge nadie tendré que hacerlo yo mismo. Y, por qué no reconocerlo, ya estaba sobre la pista.